Si se pudiera resumir con una frase lo que cubre un seguro de defunción se diría que la tranquilidad de los allegados en el momento en que fallezcas. La tranquilidad de no tener que asumir grandes costes y sobre todo, la tranquilidad de no tener que preocuparse de gestiones en un momento doloroso como es la muerte de un ser querido.

El seguro de defunción atiende en torno a 260.000 enterramientos al año, que son en torno a un 60% del total de defunciones en España. Es decir, seis de cada 10 fallecidos en España son atendidos por este seguro. Del total de fallecimientos de los que se hace cargo el seguro casi todos fueron atendidos dentro de la misma localidad del fallecido, no obstante, no todos. Unos 70.000 de estos sepelios reclaman un traslado dentro de España, y algo más de 500 suponen un traslado internacional.

Por otro lado, según los datos de ICEA, en torno a 22 millones de personas tienen un seguro decesos. Y según la EPF del INE, en torno a un 30% de los hogares contrata estas pólizas. No obstante no es igual en todas las partes de España.

De los sepelios que atiende el seguro, unos 70.000 necesitan un traslado dentro de España y algo más de 500 suponen un traslado internacional.

Desde un punto de vista geográfico, España tiene dos focos donde el seguro de decesos está más presente. Uno es el tercio suroeste de la península (al que habría que añadir zonas de Canarias). El otro es el tercio noroeste, aunque en este caso con menor intensidad. El área geográfica con menor penetración de este seguro es la cuenca del Ebro.